El uso del hilo dental es un paso fundamental en la rutina de higiene bucal, pero existe un debate sobre si es más efectivo usarlo antes o después del cepillado. Ambos enfoques tienen sus ventajas, y la elección depende de las preferencias y necesidades individuales.

Hilo dental antes del cepillado: limpieza profunda y protección

Eliminación efectiva de la placa: Usar el hilo dental primero permite remover los restos de comida y la placa bacteriana que se acumulan entre los dientes, facilitando la acción del cepillado.
Mayor eficacia del flúor: Al eliminar los restos de comida, el flúor de la pasta dental puede llegar con mayor facilidad a las áreas interdentales, fortaleciendo el esmalte.
Reducción del olvido: Usar el hilo dental antes del cepillado reduce el riesgo de omitir este paso importante.
Hilo dental después del cepillado: limpieza final y completa

Eliminación de la placa restante: Usar el hilo dental después del cepillado ayuda a remover la placa que el cepillo no pudo eliminar, logrando una limpieza más profunda.
Complemento al cepillado: El hilo dental completa el trabajo del cepillo, asegurando una higiene bucal completa.

Más allá del orden, lo fundamental es incorporar el uso del hilo dental en la rutina diaria, preferiblemente al final del día. Esto ayuda a eliminar los restos de comida antes de dormir, evitando que permanezcan en la boca durante la noche y protegiendo la salud dental.

Recomendaciones adicionales:

• Consulta a tu dentista: Un profesional de la salud bucal puede ofrecerte recomendaciones personalizadas sobre el orden y la técnica adecuados para el uso del hilo dental.
• Elige el hilo dental adecuado: Existen diferentes tipos de hilo dental, como el hilo dental encerado, sin cera o con flúor. Elige el que mejor se adapte a tus necesidades.
• Utiliza la técnica correcta: Asegúrate de utilizar la técnica adecuada para limpiar entre los dientes sin dañar las encías.