El pepino, una fruta refrescante y saludable, es un imprescindible durante la temporada de calor. Sin embargo, su característico sabor amargo puede arruinar cualquier platillo. ¿Cuál es la razón detrás de este sabor y cómo podemos evitarlo?
Según la Universidad de Oregón, el sabor amargo del pepino se debe a la presencia de terpenoides, toxinas naturales de la familia de las cucurbitáceas, a la que también pertenecen las calabazas y los melones. Estas toxinas, producidas por la planta para ahuyentar plagas, se concentran principalmente en los extremos del fruto.
Es común cortar las puntas del pepino y frotarlas, creyendo que esto elimina el amargor. Sin embargo, según la información proporcionada, esto es un mito. El amargor se elimina al cortar las puntas, pero frotarlas no tiene ningún efecto adicional.
El verdadero secreto para evitar el sabor amargo radica en la forma de pelar el pepino. Si se pela desde la punta, el pelador distribuye las toxinas amargas por todo el fruto. La solución es simple: corta los extremos del pepino antes de pelarlo.
No almacenes el pepino cerca de frutas maduras, ya que esto puede afectar la enzima que contrarresta el amargor.
Pela el pepino después de cortar los extremos.
Disfruta del pepino sin preocupaciones
Con estos sencillos consejos, podrás disfrutar del pepino en tus ensaladas y platillos favoritos sin temor a encontrar un sabor desagradable.