El pasado viernes, un trágico tiroteo en el Colegio Municipal Don Pedro I, ubicado en Heliópolis, estado de Bahía, Brasil, dejó un saldo devastador de tres estudiantes muertos y el suicidio del agresor, un joven de 14 años.  

Según la Secretaría de Seguridad Pública de la región, el ataque ocurrió en la tarde cuando el estudiante, armado con un revólver calibre .38, ingresó a su salón de clases y abrió fuego contra sus compañeros. Las víctimas, dos mujeres y un hombre, todos con edades comprendidas entre 14 y 15 años, murieron de manera instantánea. Tras el ataque, el agresor se quitó la vida en el mismo lugar.  

El gobernador de Bahía, Jerónimo Rodrigues, expresó su profundo pesar por la tragedia a través de las redes sociales, extendiendo sus condolencias a las familias de las víctimas. "Acabo de recibir la triste y lamentable noticia de la muerte de cuatro jóvenes, estudiantes de la red municipal, en la ciudad de Heliópolis. Mis sentimientos a todos los familiares y colegas de los estudiantes", escribió Rodrigues, anunciando una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias del ataque.  

Este incidente se suma a una creciente preocupación sobre la violencia en las escuelas brasileñas. En octubre de 2022, un tiroteo en una escuela de São Paulo resultó en la muerte de una estudiante y heridas a tres más, lo que llevó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva a declarar que el acceso de armas a los jóvenes no podía permitirse.  

Lula, crítico de la política de flexibilización de armas de su antecesor Jair Bolsonaro, ha estado trabajando para revertir medidas que facilitaron la posesión de armas en el país. Aunque el número de ataques armados en escuelas brasileñas ha disminuido en comparación con 2022, el gobierno ha propuesto un proyecto de ley para clasificar los ataques escolares como “crimen hediondo” y aumentar las penas para los agresores. Esta propuesta surge tras un ataque anterior en Blumenau, donde cuatro niños perdieron la vida y otros cinco resultaron heridos.