La Administración del presidente Donald Trump ha propuesto un recorte presupuestal sin precedentes a la NASA, que reduciría casi a la mitad los fondos destinados a la agencia espacial para el año fiscal 2026, pasando de más de 7 mil millones a 3 mil 900 millones de dólares, según reportes difundidos este viernes por medios estadounidenses.
Aunque la propuesta aún no ha sido enviada al Congreso, donde las dos cámaras son de mayoría republicana, la filtración ha causado alarma entre la comunidad científica y legisladores demócratas, quienes advierten que este ajuste comprometería gravemente el liderazgo espacial de Estados Unidos.
“El plan contempla recortes de dos tercios en astrofísica, más de dos tercios en heliofísica, más del 50 % en ciencias de la Tierra y un 30 % en ciencias planetarias”, reportó el portal especializado Ars Technica, con base en un borrador del presupuesto.
El congresista demócrata George Whitesides calificó la propuesta como inviable. “Trabajaré junto a mis colegas del Comité de Ciencia para dejar claro que esto mermaría el liderazgo estadounidense en el espacio e infligiría un gran daño a los centros de la NASA en todo el país”, afirmó.
La noticia coincide con la comparecencia en el Senado de Jared Isaacman, el empresario propuesto por Trump para ser el próximo administrador de la NASA. Durante la audiencia, Isaacman—conocido por su cercanía con Elon Musk—apoyó la idea de que la agencia sea autosuficiente económicamente y criticó el enfoque tradicional de las misiones lunares. “Desde 1989 se han gastado más de 100 mil millones de dólares en planes para volver a la Luna y aún no hay resultados concretos”, expresó.
A pesar de su alineación con la visión de Musk de priorizar la exploración de Marte, el propio CEO de SpaceX manifestó preocupación por los recortes. “Estoy muy a favor de la ciencia, pero lamentablemente no puedo participar en las discusiones sobre el presupuesto de la NASA debido a que SpaceX es un contratista importante de la agencia”, publicó en su cuenta de X.
SpaceX ha ampliado recientemente sus contratos con la NASA, incluyendo el uso del Starship, el cohete más grande jamás construido, y otros servicios vinculados a misiones espaciales.
Mientras se espera que la propuesta llegue al Congreso para su revisión, científicos y analistas advierten que el posible recorte no solo pondría en riesgo investigaciones clave, sino que también afectaría miles de empleos en los centros de la agencia alrededor del país y debilitaría la posición estratégica de EE.UU. frente a otras potencias espaciales como China y Rusia.