Katy Perry viaja al espacio con Blue Origin en una misión histórica solo para mujeres

Katy Perry viaja al espacio con Blue Origin en una misión histórica solo para mujeres

Este 14 de abril, la empresa aeroespacial Blue Origin realizó con éxito el lanzamiento de la misión suborbital NS-31, una experiencia que quedará en la historia no solo por su carácter científico, sino también por su fuerte carga simbólica: una tripulación integrada exclusivamente por mujeres, entre ellas la cantante y activista Katy Perry.

El despegue, transmitido en tiempo real a las 6:00 AM (hora del centro de México), captó la atención mundial. Aunque la travesía duró apenas 10 minutos y alcanzó una altitud de cerca de 9 kilómetros, el evento fue celebrado como un avance significativo hacia la inclusión en la exploración espacial, combinando ciencia, arte, medios y activismo en una sola misión.

Katy Perry, reconocida por éxitos como Firework, fue seleccionada no solo por su fama, sino por su compromiso social. Blue Origin destacó su trabajo en defensa de los derechos de la niñez a través de su Fundación Firework, así como su mensaje de empoderamiento:

“Usa su poderosa voz para garantizar el derecho de todos los niños a la salud, la educación, la igualdad y la protección”, señaló la empresa.

Durante su preparación, Perry se enfocó tanto en el aspecto técnico como en una conexión espiritual y emocional con la misión, declarando que su objetivo era inspirar a las nuevas generaciones, especialmente a las niñas, a imaginar un futuro con más mujeres en el espacio.

Tras aterrizar en Texas, Perry protagonizó un emotivo momento al besar el suelo como gesto de gratitud. Luego, en una entrevista, compartió su sentir:

“Me siento super conectada con el amor… Esta experiencia me mostró cuánto amor hay dentro de mí y cuánto amor tengo para dar”.

Uno de los gestos más personales de la artista fue llevar consigo una margarita, en honor a su hija Daisy. Perry explicó que la flor simboliza resiliencia y fortaleza, y que la llevó como una manera simbólica de mantener a su hija cerca durante el vuelo.

“Las margaritas crecen a través del cemento, de las grietas, de los muros. Son un recordatorio de lo hermosa que es la Tierra”, expresó conmovida.

Aunque reconoció que alejarse de su hija fue lo más difícil, Perry subrayó que su participación va más allá de lo individual. Para ella, se trató de hacer espacio para la mujer del futuro, de ocupar el lugar que por derecho les corresponde a las mujeres en todos los ámbitos, incluido el espacial.

“Esta experiencia está en segundo lugar, después de ser madre”, dijo. “Quería dar un ejemplo de valentía, de que se puede ser fuerte y vulnerable a la vez”.

La Misión NS-31 no solo llevó a mujeres al espacio; llevó un mensaje de esperanza, equidad y empoderamiento. La participación de Katy Perry —más allá de los reflectores— sirvió como puente entre la ciencia y la sociedad, dejando claro que el futuro de la exploración espacial también tiene rostro femenino.



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