El Gobierno peruano declaró este lunes 14 de abril como día de duelo nacional tras el fallecimiento del destacado escritor Mario Vargas Llosa, quien murió el domingo en la ciudad de Lima a los 89 años de edad. Así lo anunció un decreto supremo publicado en una edición extraordinaria del Boletín de Normas Legales del diario oficial El Peruano.
Durante esta jornada, el pabellón nacional fue izado a media asta en todos los edificios públicos, instalaciones militares, bases navales, locales policiales y representaciones diplomáticas del Perú en el extranjero, como muestra del luto oficial.
El Ejecutivo señaló que Vargas Llosa es “una figura de reconocimiento universal cuya obra ha contribuido a que la literatura y la cultura peruana sean reconocidas a nivel mundial, fortaleciendo la imagen del Perú internacionalmente”.
Ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010, Mario Vargas Llosa deja un legado literario insustituible. Autor de obras emblemáticas como La ciudad y los perros, Conversación en La Catedral, La casa verde y La fiesta del Chivo, fue una de las voces más influyentes del llamado Boom latinoamericano y un intelectual de renombre global.
El escritor falleció en su residencia en Lima, ciudad a la que regresó en 2022 tras décadas de vivir en Europa. Sus hijos informaron del deceso a través de redes sociales y señalaron que los actos fúnebres se llevarán a cabo “de acuerdo a sus instrucciones”, las cuales incluyen no realizar ninguna ceremonia pública.
Además de su aporte literario, Vargas Llosa tuvo una destacada participación en la vida política y social del Perú y del mundo hispanohablante. Fue candidato presidencial en 1990 y un firme defensor de la democracia y la libertad de expresión.
El luto declarado por el Gobierno refleja el profundo impacto que tuvo su obra y pensamiento en la cultura nacional e internacional. Mario Vargas Llosa deja un vacío irreemplazable en las letras, pero también una herencia que seguirá viva en sus páginas.