Un reciente aumento en las infecciones respiratorias en China ha generado preocupación internacional, especialmente tras reportes en redes sociales que describen una supuesta saturación en hospitales del país. Sin embargo, el Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades ha identificado al metapneumovirus humano como uno de los causantes, y especialistas aclaran que no se trata de un fenómeno nuevo ni de alta peligrosidad generalizada.
Detectado por primera vez en Países Bajos en 2001, el metapneumovirus humano pertenece a la misma familia que el sarampión y las paperas. Estudios indican que ha estado presente entre la población desde hace al menos 60 años, manifestándose como un patógeno respiratorio común, similar al resfriado.
El metapneumovirus puede causar desde infecciones respiratorias leves hasta complicaciones graves en grupos vulnerables, como niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados. Los síntomas incluyen:
- Congestión nasal
- Fiebre
- Tos
- Sibilancias
En casos severos, puede derivar en bronquiolitis, neumonía o síndrome de dificultad respiratoria aguda. El contagio ocurre por contacto con secreciones respiratorias de personas infectadas, ya sea a través de tos, estornudos o conversaciones cercanas.
No existe una vacuna contra este virus, y la mayoría de los casos se manejan como un resfriado común, con tratamientos dirigidos a aliviar los síntomas. Los casos graves pueden requerir hospitalización para un manejo más exhaustivo.
Las medidas preventivas son similares a las utilizadas para otras enfermedades respiratorias:
- Lavarse las manos frecuentemente
- Evitar el contacto cercano con personas enfermas
- Mantener una buena higiene al toser o estornudar
- Ventilar los espacios cerrados
Epidemiólogos recalcan que la proliferación de enfermedades respiratorias en esta temporada es normal debido al descenso de temperaturas. Además, piden evitar difundir información no verificada sobre el metapneumovirus para no generar alarmismo innecesario.
“Este virus no es nuevo ni representa una amenaza global inusual. Es parte de los patrones normales de enfermedades respiratorias que observamos cada invierno en muchas regiones del mundo”, afirmaron especialistas en un comunicado.
Si bien es importante mantenerse informado y tomar precauciones, expertos hacen un llamado a la calma, recordando que este tipo de brotes no son comparables al impacto del COVID-19.