Adiós a Logan, el perrito patinador que conquistó Ciudad Universitaria

Adiós a Logan, el perrito patinador que conquistó Ciudad Universitaria

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se encuentra de luto tras el fallecimiento de Logan, el querido perrito patinador que se convirtió en un símbolo de superación y alegría para la comunidad universitaria. Su historia de vida, marcada por la adversidad y su habilidad única para andar en patineta, lo transformó en una figura entrañable tanto dentro como fuera de Ciudad Universitaria.
  
Logan, un bulldog inglés rescatado, tuvo un inicio de vida complicado. Fue adoptado por Erick, estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, quien lo sacó de un criadero donde sufría maltrato. Al poco tiempo, descubrieron que Logan padecía displasia de cadera, lo que le impedía moverse correctamente de la cintura hacia abajo.  

Sin embargo, este diagnóstico no definió su destino. A los nueve meses, Logan mostró un interés inesperado al intentar alcanzar a un joven con una patineta frente a la Biblioteca Central. Ese momento cambió su vida, pues lo motivó a ponerse de pie por primera vez y marcó el inicio de su peculiar y conmovedora historia.

Desde entonces, Logan y su patineta se volvieron una imagen habitual en los pasillos del Campus Central de la UNAM, las Islas y el Estadio Olímpico Universitario. Su habilidad para deslizarse sobre ruedas, acompañado siempre por Erick, quien practicaba capoeira cerca, atrajo la atención de estudiantes, profesores y visitantes.  

La alegría que transmitía y su perseverancia ante la adversidad lo hicieron un símbolo de resiliencia. No pasaba un día sin que alguien lo reconociera, le tomara una foto o simplemente se detuviera a disfrutar de sus travesuras.  

El anuncio de su fallecimiento fue compartido por la UNAM a través de sus redes sociales, desatando una ola de mensajes de afecto y nostalgia. La comunidad universitaria recordó con cariño al bulldog que, a pesar de sus limitaciones físicas, demostró que siempre es posible superar los obstáculos con pasión y entusiasmo.  

Logan no solo fue un perrito con una habilidad especial, sino un emblema de esperanza para la comunidad universitaria. Aunque ya no recorrerá las calles de Ciudad Universitaria sobre su patineta, su espíritu perdurará en la memoria de quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y ser testigos de su historia.  



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