Las autoridades ecuatorianas lograron un nuevo golpe contra el narcotráfico este miércoles tras interceptar una embarcación con más de 1.5 toneladas de cocaína cerca del archipiélago de Galápagos. La operación, denominada “Gran Fénix 12”, culminó con la detención de tres tripulantes, uno de ellos con antecedentes penales por posesión de armas no autorizadas, según informó la Policía Nacional.

Este es el segundo decomiso de droga en la zona en menos de una semana. El domingo pasado, otra lancha rápida fue detenida mientras transportaba 1.8 toneladas de cocaína.

En la embarcación interceptada el miércoles, se hallaron 40 sacos con un total de 1,560 kilogramos de droga, además de 594 galones de combustible, un teléfono satelital y una radio boya, herramientas utilizadas para la navegación y comunicación en alta mar.

El decomiso del domingo reveló un método similar: los tripulantes intentaron deshacerse de la carga arrojándola al mar al notar la presencia de las autoridades. Sin embargo, la Armada ecuatoriana logró recuperar 37 de los 40 sacos de cocaína, que estaban atados a una boya con radio para ser recuperados posteriormente.

El mismo miércoles, la Policía también confiscó cerca de 800 kilos de cocaína en un camión que transitaba por la provincia de Sucumbíos, en la región amazónica. El conductor, con antecedentes por narcotráfico desde 2015, intentó evadir un control de carreteras, pero fue detenido tras descubrirse un compartimento secreto con 800 paquetes de droga.

Ubicado entre Colombia y Perú, los dos mayores productores de cocaína en el mundo, Ecuador se ha convertido en un corredor clave para el tráfico de drogas. Su economía dolarizada y la presencia de puertos estratégicos han facilitado el envío de cargamentos a Estados Unidos y Europa.

En los últimos años, el país ha registrado un aumento récord en incautaciones, alcanzando casi 300 toneladas de droga decomisadas en 2024, lo que lo sitúa como el tercer país con más incautaciones a nivel mundial, solo por detrás de Colombia y Estados Unidos.