El Papa Francisco ha reiterado su postura de no renunciar a su cargo mientras conserve plena lucidez, aunque en el Vaticano existe una carta de dimisión firmada por él en 2013 en caso de impedimento físico.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó que este documento fue entregado al entonces secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, con la instrucción de ser utilizado solo si el Pontífice quedara incapacitado para tomar decisiones.

“La carta no es nada nuevo: es una práctica que el jefe de la Iglesia católica y obispo de Roma lleva a cabo desde la época de Pablo VI”, explicó la CEM.

Esta decisión se alinea con la tradición eclesiástica de preparar medidas preventivas en caso de una degeneración cognitiva, aunque Francisco ha señalado recientemente que su misión es “ad vitam” (de por vida).

El pontífice, de 87 años, continúa recuperándose en el hospital Gemelli de Roma tras una neumonía bilateral, en lo que es su sexto día de hospitalización. Los médicos han descrito su estado como complejo, aunque ha mostrado mejoría al intentar retomar algunas actividades.

Francisco había mencionado la existencia de esta carta en 2022, cuando sufría fuertes dolores de rodilla. En una entrevista con el medio ABC, admitió que la misiva estaba resguardada en el Vaticano, aunque no dio detalles sobre su contenido.

La Iglesia católica ha tenido pocos casos de renuncia papal en la historia. Gregorio XII renunció en 1415 a los 88 años para poner fin al Cisma de Occidente, y más recientemente, Benedicto XVI abdicó en 2013, citando su edad avanzada.

Francisco aún tiene un largo camino si quiere superar la longevidad del Papa León XIII, quien murió en 1903 a los 93 años, pero su salud sigue siendo un tema de debate dentro del Vaticano y en el mundo católico.

Por ahora, el Papa mantiene firme su decisión de continuar al frente de la Iglesia mientras su capacidad mental y física se lo permitan.