Texas amplía el poder de la Guardia Nacional para detener migrantes

Texas amplía el poder de la Guardia Nacional para detener migrantes

La Guardia Nacional de Texas ahora tiene la autoridad para arrestar y detener a migrantes que crucen ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos. Este cambio es resultado de un acuerdo firmado con el gobierno federal, lo que refuerza el papel militar en la seguridad fronteriza, según AP News.

Hasta ahora, la Guardia Nacional solo brindaba apoyo a la Patrulla Fronteriza, pero con este acuerdo podrá investigar, detener y arrestar a personas con fines de deportación. Sin embargo, sus acciones deberán realizarse “bajo la supervisión de un oficial de la CBP” y en constante comunicación con la Patrulla Fronteriza a través de “teléfono celular, radio u otra tecnología similar”.

El gobernador Greg Abbott celebró la medida en la red social X, asegurando que “aumenta la capacidad en personal para la seguridad fronteriza”.

Desde 2021, Texas ha desplegado a la Guardia Nacional en la Operación Lone Star, una iniciativa de Abbott para frenar la inmigración ilegal. Esta estrategia ha incluido arrestos por invasión de propiedad privada, el traslado de migrantes a ciudades con gobiernos demócratas y la instalación de barreras flotantes en el río Bravo.

Sin embargo, hasta ahora la Guardia Nacional solo realizaba tareas de vigilancia y operaba en propiedades privadas. Con el nuevo acuerdo, tendrá un papel más activo en la detención de migrantes, algo que históricamente ha sido responsabilidad exclusiva de la Patrulla Fronteriza.

Desde el inicio de su segundo mandato, el presidente Donald Trump ha impulsado una política de mano dura contra la inmigración ilegal. Su administración ha recurrido a vuelos militares para deportaciones y ha propuesto trasladar a migrantes considerados “delincuentes extranjeros” a la base naval de Guantánamo.

Además, el Departamento de Defensa desplegó 1,600 soldados en activo en la frontera durante la primera semana de Trump en el cargo y recientemente anunció el envío de cientos de militares más a Guantánamo.

La decisión ha generado reacciones divididas.

El representante estatal demócrata Gene Wu criticó la medida, argumentando que “hace que el trabajo de la policía sea más difícil y peligroso”, además de que “Abbott continúa generando más odio contra una población ya aterrorizada y vulnerable”.

Por otro lado, Matthew Hudak, exsubdirector de la Patrulla Fronteriza, minimizó el impacto del acuerdo, señalando que “no otorga autoridad total a la Guardia Nacional para detener personas”, sino que “envía el mensaje de que las agencias federales y estatales están trabajando juntas”.

La expansión del papel de la Guardia Nacional en la frontera podría representar un cambio significativo en la estrategia migratoria de Texas y Estados Unidos, aumentando el debate sobre seguridad, derechos humanos y cooperación entre gobiernos estatales y federales.



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