Un aeropuerto regional en el suroeste de Japón fue cerrado este miércoles después de que una bomba estadounidense, probablemente lanzada durante la Segunda Guerra Mundial para detener los ataques kamikaze, explotara cerca de su pista, resultando en la cancelación de casi 90 vuelos. 

El aeropuerto de Miyazaki detuvo sus operaciones tras la explosión, que creó un cráter de siete metros de ancho y un metro de profundidad en una calle de rodaje cercana, según informó un representante del Ministerio de Transportes japonés. Un equipo de desactivación de bombas de la Fuerza de Autodefensa Terrestre de Japón determinó que la explosión fue causada por una bomba que había permanecido enterrada en el terreno, probablemente de un ataque aéreo de la guerra.

Afortunadamente, no se registraron heridos en el incidente. Sin embargo, las imágenes de las cámaras en directo mostraron que un avión había estado rodando en las proximidades solo dos minutos antes de la explosión, según la emisora local MRT.

El cierre de la pista provocó la cancelación de 87 vuelos, incluidos los operados por JAL 9201.T, ANA 9202.T y otras aerolíneas que conectaban Miyazaki con ciudades como Tokio, Osaka y Fukuoka. No obstante, el portavoz del Gobierno japonés, Yoshimasa Hayashi, aseguró que no hay peligro de más explosiones y que los trabajos de reparación para cubrir el agujero deberían concluir el jueves por la mañana.

El aeropuerto de Miyazaki, ubicado en el extremo sureste de la isla de Kyushu, fue una antigua base de la armada japonesa hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, desde donde cientos de pilotos kamikaze partieron en sus últimas misiones. Este aeropuerto ha sido el sitio de descubrimientos previos de bombas sin explotar, y se estima que más de 79 años después del final de la guerra, Japón aún enfrenta el hallazgo de artefactos explosivos de ataques aéreos intensos. Durante el año fiscal 2023, las Fuerzas de Autodefensa eliminaron un total de 2,348 bombas con un peso combinado de 37.5 toneladas.