AJ Griffin, el número 16 del draft de 2022 de la NBA, ha tomado una sorprendente decisión: dejar el baloncesto para convertirse en sacerdote. En un video publicado en sus redes sociales, el joven de 21 años expresó su emoción por "servir a Dios", dejando atrás su carrera en el deporte profesional.
"Dejé el baloncesto para seguir a Jesús", inicia el video el jugador, originario de Dallas, Texas, quien jugó dos temporadas con los Atlanta Hawks y este verano fue traspasado a los Houston Rockets. A pesar de su reciente cambio de equipo, Griffin no llegó a debutar en la temporada regular debido a su compromiso con la vida eclesiástica.
“Sé que a los ojos de mucha gente, eso parece como una pérdida”, reconoció Griffin, pero enfatizó su entusiasmo por el nuevo camino que ha elegido. “Estoy muy emocionado porque realmente puedo servir a Dios con mi 'sí' completo y siento que dejar el baloncesto me permitirá entrar al sacerdocio a tiempo completo”, añadió.
Griffin, quien jugó en la Universidad de Duke antes de unirse a la NBA, tuvo un breve paso por la liga profesional, disputando 72 partidos en su primera temporada y 20 en la segunda. Durante su tiempo en la NBA, promedió 7.5 puntos, 1.9 rebotes y 0.8 asistencias por encuentro en 17.1 minutos de juego.
Su decisión ha generado reacciones mixtas entre fanáticos y seguidores del baloncesto, algunos de los cuales lamentan la pérdida de un joven talento, mientras que otros celebran su valentía y dedicación a una vocación espiritual. La elección de Griffin resalta la importancia de seguir las pasiones y creencias personales, más allá de las expectativas sociales y profesionales.