Este martes, Jimmy Carter, el trigésimo noveno presidente de Estados Unidos, cumple 100 años, un logro sin precedentes en la historia de los mandatarios estadounidenses. Desde sus humildes comienzos como hijo de un granjero en la era de la Gran Depresión hasta su ascenso a la Casa Blanca y su trabajo como ganador del Premio Nobel de la Paz, Carter ha sido un defensor incansable de la democracia y un humanista comprometido.

Durante los últimos 19 meses, Carter ha recibido atención paliativa en su hogar de Plains, Georgia, desafiando las expectativas con su resiliencia. Su mandato presidencial, que abarcó desde 1977 hasta 1981, fue seguido por más de cuatro décadas de trabajo en el Centro Carter, cofundado por él y su esposa, Rosalynn, en 1982, con el objetivo de “promover la paz, combatir la enfermedad y aumentar la esperanza”.

Jason Carter, nieto del expresidente, reflexionó sobre la vida de su abuelo: “No cualquiera cumple 100 años en este mundo, y cuando alguien lo logra y usa ese tiempo para hacer tanto bien a tantas personas, merece ser celebrado”. Añadió que este período de atención paliativa ha permitido a la familia y al mundo reflexionar sobre su legado.

Nacido el 1 de octubre de 1924, en Plains, Georgia, Carter ha vivido más de 80 años en la misma casa que él y Rosalynn construyeron en la década de 1960. La exprimera dama falleció en noviembre de 2023, a los 96 años. 

El presidente Joe Biden, quien fue uno de los primeros senadores en respaldar la campaña de Carter en 1976, elogió su “inquebrantable creencia en el poder de la bondad humana” en un video homenaje grabado en la Casa Blanca. Afuera del Pórtico Norte, los Biden colocaron un gran cartel que decía “Feliz cumpleaños, presidente Carter” con el número 100. 

La última aparición pública de Carter fue hace casi un año, cuando asistió a los servicios funerarios de su esposa en una silla de ruedas reclinable, un recordatorio del impacto duradero que ha tenido en la vida de tantas personas y de la historia de Estados Unidos.