La Casa Blanca confirmó que el próximo 1 de febrero entrarán en vigor los aranceles del 25% a las importaciones de México, Canadá y China, una medida impulsada por el presidente Donald Trump como parte de su política comercial y de seguridad fronteriza.
La portavoz presidencial Karoline Leavitt reafirmó la decisión en su primera conferencia de prensa desde la toma de posesión de Trump, señalando que los países afectados pueden evitar los aranceles solo si refuerzan sus esfuerzos contra el tráfico de drogas y la inmigración irregular.
“Hemos visto niveles históricos de cooperación con México en estos temas, pero cualquier cambio en la decisión del presidente será notificado en su momento”, declaró Leavitt.
Además, advirtió sobre un endurecimiento en las deportaciones de migrantes irregulares: “Si cruzas ilegalmente, serás detenido y deportado”, enfatizó.
Ante la inminente imposición de aranceles, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) instó al gobierno mexicano a responder con medidas proporcionales contra las exportaciones siderúrgicas estadounidenses.
“Respaldamos lo expresado por nuestra presidenta Claudia Sheinbaum: si Estados Unidos impone aranceles al acero mexicano, México deberá aplicar represalias inmediatas”, señaló la Canacero en un comunicado.
El impacto de los aranceles ya genera incertidumbre en la industria automotriz. General Motors (GM) advirtió que, de concretarse la medida, podría trasladar parte de su producción en México y Canadá a plantas en Estados Unidos.
“Tenemos capacidad en EE.UU. para asumir parte de la producción de camionetas que actualmente fabricamos en México y Canadá”, dijo Mary Barra, presidenta de GM, en una llamada con analistas.
La compañía también evalúa ajustar su estrategia en mercados globales para minimizar el impacto de las nuevas tarifas comerciales.
El consultor internacional y exfuncionario de la Secretaría de Economía, Alejandro Delgado Ayala, consideró que México debe mantener el diálogo con Washington y aprovechar la reestructuración comercial impulsada por Trump.
“Las oportunidades se captan invirtiendo. México debe prepararse para una revisión del T-MEC, ya que este tratado será clave para la competitividad de América del Norte”, afirmó Delgado.
El panorama comercial entre México y Estados Unidos se mantiene en incertidumbre, y el próximo 1 de febrero será clave para definir la respuesta del gobierno mexicano.
