Un avión A350 de la aerolínea British Airways fue alcanzado por un rayo mientras se encontraba en la plataforma de despegue del Aeropuerto Internacional de Sao Paulo-Guarulhos. El impactante momento quedó captado en video y rápidamente se difundió a través de redes sociales.  

El fenómeno natural ocurrió justo cuando la aeronave se preparaba para partir hacia el aeropuerto de Londres, Reino Unido. A pesar de la espectacularidad del evento, las autoridades confirmaron que no hubo heridos entre los pasajeros ni en la tripulación, dejando un **saldo blanco**.  
 
Tras el impacto, los pilotos, en coordinación con el personal de la Torre de Control, decidieron **cancelar el vuelo de forma inmediata** como medida de seguridad. Además, las autoridades aeroportuarias ordenaron la suspensión de las operaciones del avión durante aproximadamente seis horas para realizar una revisión técnica exhaustiva y garantizar la seguridad de futuras operaciones.  

El video del momento muestra el instante en que el rayo golpea directamente la aeronave, iluminando el cielo del aeropuerto. Este tipo de incidentes, aunque poco comunes, suelen ser manejados con protocolos estrictos debido a la capacidad de los aviones modernos para resistir este tipo de fenómenos sin mayores daños estructurales.  

Durante la inspección de la aeronave, el resto de las operaciones del aeropuerto continuaron con normalidad. British Airways emitió un comunicado lamentando las molestias para los pasajeros y garantizando que las medidas tomadas fueron necesarias para su seguridad.  

Este tipo de incidentes pone en evidencia la importancia de los sistemas de protección contra rayos en los aviones modernos, diseñados específicamente para disipar la energía y minimizar riesgos. **Aunque impresionantes, los impactos de rayos rara vez comprometen la integridad de las aeronaves gracias a estas tecnologías avanzadas.**  

Los aviones están diseñados para soportar impactos de rayos sin afectar su funcionalidad. La estructura de metal de las aeronaves actúa como una "jaula de Faraday", permitiendo que la electricidad fluya alrededor del exterior sin afectar a los sistemas internos ni a los pasajeros. Sin embargo, tras un incidente como este, se realizan inspecciones exhaustivas para garantizar que no haya daños menores que puedan comprometer futuras operaciones.  

El incidente sirvió como un recordatorio de los desafíos que la aviación enfrenta en condiciones meteorológicas adversas y la importancia de las medidas de seguridad que protegen tanto a los pasajeros como a las tripulaciones.