Las polémicas declaraciones del expresidente de Estados Unidos, **Donald Trump**, sobre la posible adquisición de **Groenlandia** han generado tensiones internacionales y una contundente respuesta desde Europa. Durante una sesión en el **Parlamento Europeo**, el político danés **Anders Vistisen** expresó su total rechazo a las aspiraciones de Trump, utilizando un lenguaje que rápidamente se volvió viral.  

**Groenlandia**, una isla con más de 66,000 habitantes y parte del Reino de Dinamarca desde hace más de 800 años, fue descrita por Trump como una “oportunidad estratégica”. El expresidente aseguró en redes sociales que, de ser adquirida por Estados Unidos, el territorio sería “protegido y apreciado de un mundo exterior muy cruel”.  

Ante esta propuesta, el eurodiputado **Anders Primdahl Vistisen**, del Partido Popular Danés, no ocultó su indignación y lanzó una respuesta categórica en el Parlamento Europeo:  

“Estimado presidente Trump, escuché con mucha atención. Groenlandia forma parte del Reino Danés desde hace 800 años. Es parte integrante de nuestro país. No está a la venta. Permítanme expresarlo con palabras que pueda entender: Señor Trump, váyase a la mie...”.  

El video de esta intervención se difundió rápidamente en redes sociales, desatando tanto aplausos como críticas por la severidad de sus palabras.  
 
Groenlandia, considerada una colonia danesa desde 1814, obtuvo **autonomía** en 1979, aunque Dinamarca mantiene el control de sus relaciones exteriores y defensa. La propuesta de Trump para adquirir la isla, justificada bajo argumentos militares y estratégicos, incomodó no solo a Dinamarca sino también a otros líderes mundiales.  

En paralelo, las declaraciones del expresidente sobre posibles cambios de nombre, como el caso del “Golfo de México”, también han generado descontento entre otros países, incluyendo a México, donde la presidenta Claudia Sheinbaum manifestó su oposición.  
  
Las palabras de Vistisen, aunque reflejan la postura danesa de rechazo, también provocaron críticas por su tono y lenguaje. Algunos políticos consideran que su expresión podría complicar aún más las relaciones diplomáticas entre Dinamarca y Estados Unidos.  

Por su parte, Trump ha reiterado que Groenlandia sería un activo estratégico para Estados Unidos, sin descartar la posibilidad de futuras negociaciones. Sin embargo, líderes daneses han dejado claro que la isla no está a la venta, y la postura firme de Vistisen en el Parlamento parece haber fortalecido esa determinación.  

La controversia marca un nuevo episodio en las tensiones diplomáticas generadas durante la administración de Trump, destacando cómo sus propuestas han afectado la percepción de Estados Unidos en la esfera internacional.