San Luis Potosí fue testigo de un combate esperado por meses pero que, a decir verdad, dejó un sabor agridulce. Omar Chávez y Misael Rodríguez, dos de los pugilistas más destacados del boxeo mexicano, se enfrentaron ayer en una pelea que estuvo marcada por la intensidad, pero que careció de la contundencia que muchos esperaban.

Los primeros rounds fueron de estudio, con ambos boxeadores tanteando las distancias y buscando la oportunidad de conectar un golpe certero. Sin embargo, fue a partir del sexto asalto cuando la pelea comenzó a tomar forma. Un intercambio de golpes en el centro del ring electrizó al público y despertó la pasión de Julio César Chávez, quien desde la esquina de su hijo no dejó de alentarlo.

Omar Chávez, con su mayor peso y alcance, intentó imponer su estilo, pero la velocidad y agilidad de Misael Rodríguez resultaron ser factores determinantes. El "Chino" supo esquivar los golpes más poderosos de su rival y respondió con combinaciones rápidas y precisas que mantuvieron la pelea pareja.

Finalmente, los jueces otorgaron la victoria a Misael Rodríguez por decisión unánime, con tarjetas de 96-94, 97-93 y 98-92. A pesar de que Omar Chávez buscó un nocaut en los últimos rounds, no pudo encontrar la combinación perfecta para doblegar a su rival.

Tras la pelea, ambos boxeadores mostraron respeto mutuo y dejaron abierta la posibilidad de una revancha. Misael Rodríguez, por su parte, se mostró satisfecho con su victoria y destacó la importancia de haber superado a un rival tan experimentado como Omar Chávez.