La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) modificó ayer su postura oficial sobre el origen del covid-19, afirmando que es “más probable” que el virus se haya filtrado del **Instituto de Virología de Wuhan** en China, en lugar de haber surgido a través de una transmisión natural de animales a humanos. Este giro se da tras un análisis de inteligencia actualizado y la reciente confirmación de **John Ratcliffe** como director de la CIA.
La CIA señaló que esta nueva conclusión se basa en investigaciones iniciadas durante la dirección de **William Burns** y finalizadas antes de que Ratcliffe asumiera el cargo. Este análisis representa un cambio significativo en la postura de la agencia, que hasta ahora no había tomado una posición definitiva sobre el origen del virus.
Ratcliffe, quien fue director nacional de inteligencia durante el primer mandato de Donald Trump, declaró que investigar los orígenes del covid-19 sería una prioridad en su gestión. En una entrevista previa a su confirmación, aseguró que la CIA asumiría un rol más activo: “Vamos a salir de la banca”.
Ratcliffe también expresó su convicción de que el virus tuvo su origen en un laboratorio, señalando el Instituto de Virología de Wuhan como el foco principal de esta hipótesis. Su declaración refleja un aumento en la atención política y científica hacia esta teoría, que ha sido objeto de controversia desde los primeros días de la pandemia.
Los defensores de la teoría de la fuga de laboratorio destacan varios puntos:
- Los primeros casos conocidos de covid-19 surgieron en Wuhan, una ciudad que alberga instalaciones avanzadas para la investigación de coronavirus.
- La ubicación del Instituto de Virología de Wuhan está a unos 1,600 kilómetros de las poblaciones más cercanas de murciélagos que portan virus similares al SARS.
- Las investigaciones en laboratorios como el de Wuhan incluyen estudios de "ganancia de función", que modifican genéticamente virus para comprender su potencial de transmisión y peligrosidad.
Por otro lado, los críticos insisten en que no existen pruebas concluyentes que descarten un origen natural. Esta teoría plantea que el virus pudo haberse transmitido de animales a humanos a través de los mercados de alimentos en Wuhan, un patrón observado en epidemias previas como el SARS.
Aunque no hay un consenso científico definitivo, el nuevo análisis de la CIA podría influir en futuras investigaciones, así como en las decisiones políticas y diplomáticas de Estados Unidos. La hipótesis de la fuga de laboratorio ha sido objeto de tensiones entre Washington y Beijing, con repercusiones que van más allá del ámbito científico, tocando temas de seguridad nacional y relaciones internacionales.
Este cambio en la postura oficial llega en un momento en que el debate sobre el origen del covid-19 sigue siendo crucial para comprender la pandemia y prevenir futuras crisis globales de salud. Las implicaciones políticas y sociales de esta cuestión subrayan su importancia en la agenda internacional.