El gobierno interino de Bangladés formalizó este lunes una solicitud a India para la extradición de la exprimera ministra Sheikh Hasina, quien enfrenta múltiples cargos penales, incluidos crímenes contra la humanidad y genocidio. Según el ministro interino de Exteriores, Touhid Hossain, la petición fue enviada a través de una nota verbal al gobierno indio, destacando la necesidad de que Hasina regrese a Daca para enfrentar la justicia.
Sheikh Hasina abandonó Bangladés el pasado 5 de agosto tras semanas de intensas protestas antigubernamentales que derivaron en la caída de su gobierno. Desde entonces, se encuentra en India bajo la protección del primer ministro Narendra Modi.
Las autoridades bangladesíes han revocado su pasaporte diplomático, emitido una orden de arresto en su contra y abierto varios procesos penales que incluyen cargos de asesinato, tortura, secuestro y otros crímenes graves.
El ministro interino de Interior de Bangladés, Jahangir Alam, explicó que existe un tratado de extradición vigente entre Daca y Nueva Delhi que permitiría el retorno de Hasina para ser juzgada. Sin embargo, el acuerdo contempla excepciones, como en casos de persecución política, lo que podría complicar la solicitud.
Fuentes del Ministerio de Exteriores indio confirmaron la recepción de la petición, aunque evitaron brindar más detalles sobre su respuesta. Este impasse ha tensado la relación entre ambos países, con el gobierno interino bangladesí expresando su descontento por el refugio que India ofrece a la exmandataria.
Los cargos contra Sheikh Hasina y sus colaboradores se formalizaron tras su huida del país. Las acusaciones incluyen actos de violencia durante su mandato, que las autoridades bangladesíes califican como crímenes de lesa humanidad. No obstante, sus aliados han argumentado que se trata de una persecución política impulsada por el gobierno interino para deslegitimar a la exprimera ministra.
El secretario de Asuntos Exteriores de India, Vikram Misri, se reunió este mes con representantes bangladesíes en Daca para abordar el malestar generado por la protección ofrecida a Hasina. Aunque no se alcanzaron acuerdos concretos, la situación ha generado una creciente tensión diplomática entre ambas naciones.
La solicitud de extradición plantea un dilema diplomático para India, que deberá equilibrar sus relaciones con Bangladés y las implicaciones políticas y humanitarias del caso. Mientras tanto, la figura de Sheikh Hasina sigue siendo un símbolo polarizador, tanto en su país como en la región.