El pinole, un polvo marrón similar a la arena, es un alimento tradicional mexicano con una historia que se remonta a la época prehispánica. Su nombre proviene del náhuatl "pinolli", que significa harina de maíz tostado y molido. Este alimento ha sido un pilar en la cocina mexicana, utilizado para preparar desde bebidas hasta postres.
Se cree que el pinole surgió de la necesidad de las culturas mesoamericanas de tener un alimento duradero durante sus largos viajes. Inicialmente, mezclaban maíz molido con agua. Tras la conquista, se incorporó el piloncillo, traído por los españoles, mejorando el sabor de la bebida.
La forma de preparar el pinole varía según la región de México:
Baja California: Se diluye en agua para hacer galletas.
Colima: Se prepara con anís y se consume como golosina.
Chiapas y Oaxaca: Se bebe como refresco o se consume en polvo.
Tradición maya: Se añade cacao, pimienta gorda y otras especias.
Quintana Roo: Se mezcla con canela y anís para atoles y bebidas heladas.
La receta base del pinole incluye:
Maíz tostado
Piloncillo
Canela
Estos ingredientes se muelen hasta obtener un polvo fino.
El pinole es un alimento nutritivo que proporciona energía y fibra. Su versatilidad en la cocina lo convierte en un ingrediente valioso en la gastronomía mexicana.