La catedral de Notre Dame de París, símbolo de la arquitectura gótica y patrimonio espiritual de Europa, reabrió sus puertas tras más de cuatro años de meticulosa restauración. En una ceremonia de alto perfil, 40 líderes mundiales, incluyendo al expresidente Donald Trump, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y el anfitrión Emmanuel Macron, se congregaron para presenciar este evento histórico.
El incendio del 15 de abril de 2019 dejó a Notre Dame en ruinas, pero también unió al mundo en una misión de rescate. Con un costo aproximado de 770 millones de dólares, financiados principalmente por donaciones globales, especialmente de Estados Unidos, la catedral ha sido restaurada con un equilibrio perfecto entre tradición y modernidad.
Entre los elementos más destacados del proyecto están:
- **El techo y la emblemática aguja**: reconstruidos con técnicas históricas y materiales originales, devolviendo la silueta icónica al horizonte parisino.
- **La nave principal**: ahora luce una blancura deslumbrante gracias a un proceso de limpieza meticuloso que realza su luminosidad original.
- **Las capillas restauradas**: incluyen vibrantes colores y la especial dedicada a la Virgen de Guadalupe, que será protagonista de una celebración el próximo 12 de diciembre.
- **El órgano histórico**: un instrumento de más de tres siglos, desmontado, limpiado y reinstalado con precisión.
- **Iluminación de última generación**: lámparas LED que permiten flexibilidad y un ambiente contemporáneo.
Aunque el Papa Francisco no asistió, envió un mensaje especial que será leído durante la ceremonia, añadiendo un tono solemne al evento. La posible interacción entre Donald Trump y Volodimir Zelenski, en el marco de la reapertura, también despierta interés por sus implicaciones políticas.
La reapertura es solo el inicio de una serie de eventos que se extenderán durante seis meses. Entre ellos se incluyen misas de agradecimiento para los donantes y artesanos que participaron en la restauración, así como un espectáculo musical con artistas de renombre que será transmitido globalmente.
Philippe Jost, líder del proyecto de restauración, declaró que Notre Dame es ahora “un templo como nunca lo habíamos visto antes”. La catedral, que en 2019 simbolizó una tragedia compartida a nivel mundial, hoy resurge como un testimonio de resiliencia, cooperación internacional y amor por el patrimonio cultural.
Notre Dame no solo vuelve a ser un centro de fe, sino también un emblema del espíritu humano, capaz de reconstruir incluso lo que parecía irremediablemente perdido.