La situación de Deshaun Watson con los Cleveland Browns ha dado un giro drástico después de que el mariscal de campo se retirara del partido del domingo contra los Cincinnati Bengals con una lesión que podría costarle el resto de la temporada. Watson sufrió una ruptura del tendón de Aquiles derecho en una jugada sin contacto, lo que deja en suspenso su continuidad con el equipo.  

El incidente ocurrió en el segundo cuarto, cuando retrocedía para lanzar desde la yarda 21 de Cincinnati. Al plantar el pie derecho, su pierna se dobló, y el quarterback cayó al suelo visiblemente adolorido, llevándose las manos a la cabeza en un momento de desesperación. El personal médico de los Browns ingresó al campo rápidamente, mientras tanto, compañeros y rivales se acercaron para ofrecerle su apoyo.  

Al ser retirado del campo, una toalla cubría su rostro, ocultando las lágrimas que reflejaban la gravedad del momento. A pesar de las controversias que rodean su presencia, la afición en el FirstEnergy Stadium mostró solidaridad con una ovación, evidenciando un apoyo que, aunque dividido, se mantuvo en este difícil instante.  

Minutos después del medio tiempo, Cleveland confirmó los temores: Watson había sufrido una lesión en el tendón de Aquiles y no volvería al partido. Aunque aún no se ha determinado el tiempo exacto de recuperación, la naturaleza de la lesión sugiere que podría estar fuera por el resto de la campaña.  

Desde su llegada a Cleveland, el contrato de Watson, de $230 millones de dólares totalmente garantizados, ha estado rodeado de controversia, sobre todo porque su desempeño no ha estado a la altura de las expectativas. Su primera temporada con los Browns se vio empañada por una suspensión de 11 partidos debido a violaciones del código de conducta de la NFL, y su segundo año terminó prematuramente por una lesión en el hombro que requirió cirugía.  

En el presente año, Watson no ha logrado recuperar su mejor forma. A pesar de completar 15 de 17 pases para 128 yardas antes de su lesión, su actuación fue cuestionable, habiendo sido capturado en dos ocasiones. Su bajo rendimiento previo a este partido llevó al entrenador en jefe Kevin Stefanski a sentarlo en la banca, lo que provocó abucheos por parte de la afición, una señal de la creciente frustración en Cleveland.  

Tras la salida de Watson, el quarterback de segundo año, Dorian Thompson-Robinson, asumió el control del equipo. Este joven pasador, que fue nombrado suplente para el partido, deberá demostrar su valía en un momento crítico para la franquicia.  

La controversia que rodea a Watson también persiste fuera del campo. Ha enfrentado acusaciones de conducta sexual inapropiada y acoso por más de dos docenas de mujeres durante su tiempo con los Houston Texans. Aunque muchas de estas demandas se resolvieron con acuerdos confidenciales, su reputación sigue empañada. Recientemente, una nueva acusación de agresión sexual volvió a ponerlo en el centro de la controversia, lo que ha llevado a la NFL a continuar investigando, lo que podría resultar en más sanciones.  

Con la lesión de su quarterback titular, los Cleveland Browns se encuentran en un escenario complicado para el resto de la temporada. La franquicia, que hizo una apuesta significativa por Watson con uno de los contratos más lucrativos en la historia de la NFL, no ha logrado los resultados esperados desde su llegada. El futuro de Watson en Cleveland ahora está en juego, no solo por su rendimiento dentro del campo, sino también por la gravedad de su lesión y las inquietudes que persisten sobre su conducta fuera de él.