Ricky Pearsall, receptor novato de los 49ers de San Francisco, hará su esperado debut en la NFL mañana, cuando su equipo se enfrente a los Chiefs de Kansas City. Este regreso es especialmente significativo, ya que ocurre 50 días después de que Pearsall recibiera un balazo en el pecho durante un intento de asalto en la zona de Union Square en San Francisco.  

El entrenador en jefe de los 49ers, Kyle Shanahan, confirmó que Pearsall ha superado su primera semana de entrenamientos sin inconvenientes y será activado, retirándolo de la lista de lesiones no relacionadas con el fútbol americano. **“No había una expectativa en ese sentido”,** comentó Shanahan sobre el regreso del jugador. **“Simplemente quería verlo. No lo habíamos visto en el campo en un buen tiempo.”**  

Shanahan expresó su satisfacción con el desempeño de Pearsall durante la semana de prácticas, destacando que el lunes fue una práctica ligera, pero que a partir del miércoles el receptor mostró un notable progreso. **“Se vio genial el miércoles, incluso mejor el jueves, y hoy (ayer) se sentía más confiado. Eso hizo que la decisión fuera muy sencilla”,** añadió el entrenador.  

Pearsall fue víctima de un tiroteo durante un intento de asalto, lo que lo llevó a pasar la noche hospitalizado. Afortunadamente, la bala no le causó daños en órganos o nervios, lo que permitió que el atleta comenzara su proceso de recuperación y entrenamiento solo una semana después del incidente.  

La noticia del regreso de Pearsall ha sido recibida con entusiasmo tanto por sus compañeros de equipo como por los aficionados, quienes están ansiosos por ver cómo se desempeñará en su primer partido en la NFL contra los Chiefs, que son los actuales campeones de la liga.  

La activación de Pearsall no solo representa un hito en su carrera, sino también un testimonio de su resiliencia y determinación para volver al campo tras una experiencia tan traumática.