El Partido Liberal de Canadá, encabezado por Mark Carney, ha ganado las elecciones federales del lunes, según una proyección de la cadena CBC. Esta victoria llega en un contexto de fuertes tensiones comerciales con Estados Unidos, especialmente luego de las provocadoras declaraciones del presidente Donald Trump, quien en redes sociales sugirió que Canadá debería convertirse en el “estado número 51” de EE. UU.
Mark Carney, quien es exbanquero central y fue considerado por muchos como un “outsider” en esta contienda, logró revertir las expectativas en su contra al presentar propuestas centradas en la protección de la soberanía de Canadá y en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. En su discurso de victoria, Carney expresó: “Hemos superado el impacto de la traición estadounidense, pero nunca debemos olvidar las lecciones.”
La derrota fue contundente para Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador, quien no solo perdió la elección general, sino también su escaño en Ottawa. Poilievre, que había adoptado una estrategia similar a la de Trump bajo el lema “Canadá Primero”, fue percibido por muchos como un “mini-Trump” y criticado por su acercamiento a las políticas del presidente estadounidense.
Con los resultados aún no completamente cerrados, el Partido Liberal lideraba en 168 de los 172 escaños necesarios para obtener la mayoría absoluta en el Parlamento. Sin embargo, el conteo de las papeletas especiales, suspendido hasta la mañana del martes, determinará si Carney necesitará formar una coalición con otros partidos para asegurar una mayoría.
El nuevo gobierno de Carney enfrentará varios desafíos, especialmente con la economía canadiense golpeada por los aranceles impuestos por Estados Unidos. Con más del 75% de las exportaciones canadienses dirigidas a su vecino del sur, el país sigue siendo vulnerable a las decisiones comerciales de Trump. Durante su campaña, Carney propuso medidas como destinar los aranceles recaudados a los trabajadores afectados por la guerra comercial, reducir impuestos a la clase media y aumentar el financiamiento a la radiodifusora pública canadiense, la CBC.
Trump, como factor clave en los resultados, continuó influyendo en la opinión pública incluso el día de las elecciones. El presidente de Estados Unidos escribió que “no tiene sentido a menos que Canadá sea un estado”, lo que reforzó el nacionalismo y el sentido de soberanía en muchos votantes canadienses.
Con un Parlamento aún por definir y relaciones bilaterales frágiles, Carney comenzará su mandato en una etapa crítica para Canadá. En sus palabras, su prioridad será garantizar que Canadá no se convierta en una extensión de Estados Unidos: “Estas no son amenazas vanas. El presidente Trump intenta quebrarnos para que Estados Unidos pueda adueñarse de nosotros. Eso jamás… jamás sucederá”.