La leche, un alimento fundamental en la infancia, ha generado debate sobre su conveniencia en la edad adulta. Sin embargo, expertos en nutrición aseguran que su consumo sigue siendo beneficioso debido a su riqueza en nutrientes esenciales.
A diferencia de otros mamíferos, los humanos continúan consumiendo leche y sus derivados (yogur, queso, crema) después de la lactancia. Según el portal Tu Canal de Salud, los lácteos aportan nutrientes cruciales para la salud ósea, especialmente importantes con el envejecimiento. El calcio y las vitaminas presentes en la leche son fundamentales para mantener la densidad ósea y prevenir la osteoporosis.
La nutricionista y entrenadora Carla Sánchez Zurdo, en declaraciones a la revista Men's Health, desmiente la creencia de que la leche sea perjudicial en la edad adulta. "No existe evidencia científica que determine que tomar leche en esta etapa resulte perjudicial", afirma.
Sánchez Zurdo recomienda incluir lácteos en una dieta variada, con dos o tres raciones diarias, ajustando la cantidad según la edad y la situación fisiológica de cada persona. Además, sugiere optar por lácteos enteros para aprovechar todos los nutrientes presentes en la grasa de estos productos.
Beneficios de la leche en la edad adulta
Fortalecimiento óseo: El calcio y la vitamina D previenen la osteoporosis.
Aporte de proteínas: Esenciales para la masa muscular.
Vitaminas y minerales: Contribuyen al funcionamiento general del organismo.
Hidratación: La leche es una fuente de hidratación adicional.
En conclusión, la leche puede ser un complemento valioso en la dieta de adultos, siempre y cuando se consuma con moderación y se elijan opciones enteras para maximizar sus beneficios nutricionales.