El arándano, esa pequeña fruta dulce y llena de antioxidantes, ha ganado fama como un superalimento gracias a sus múltiples beneficios para la salud. Originario de Norteamérica, pero también cultivado en México, este fruto es rico en vitamina C, potasio y fibra. Aunque algunas de sus propiedades aún están en estudio, diversos estudios médicos respaldan su capacidad para prevenir ciertas enfermedades y mejorar nuestra calidad de vida.
El jugo de arándano puede ser un gran aliado para prevenir infecciones urinarias, gracias a sus antioxidantes que evitan la adhesión de bacterias como la *Escherichia coli* a la vejiga, según un estudio de la revista Cochrane Database. Sin embargo, es importante recordar que no sustituye un tratamiento médico.
Esta bacteria, presente en más de la mitad de la población, puede causar úlceras estomacales y aumentar el riesgo de cáncer. El consumo regular de arándano puede ayudar a suprimir sus efectos, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos.
Un estudio del Journal de Nutrición de Estados Unidos encontró que el jugo de arándano reduce los triglicéridos, las proteínas inflamatorias y la hipertensión, factores de riesgo para enfermedades cardiacas.
El consumo regular de jugo de arándano puede fortalecer el sistema inmunológico, ayudándote a combatir resfriados y gripes con mayor eficacia.
El arándano también puede mejorar la salud de tu microbiota intestinal, reduciendo la inflamación y promoviendo el crecimiento de bacterias beneficiosas.