Las autoridades argentinas detuvieron a David Nazareno Ávila, un joven de 21 años acusado de estar vinculado al grupo terrorista Estado Islámico (EI) y de planear un atentado en el país. El arresto, llevado a cabo por la Prefectura Naval Argentina (PNA) en la ciudad de General Roca, provincia de Río Negro, fue resultado de una investigación de alto perfil conducida por la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad.  
 
En una conferencia de prensa, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, informó que la operación fue posible gracias a un seguimiento de nueve meses, durante el cual un agente encubierto digital recopiló evidencia clave sobre las actividades de Ávila.  

El joven utilizaba plataformas como Telegram, Instagram y TikTok para difundir propaganda del EI y reclutar jóvenes en Argentina. Según Bullrich, Ávila “representaba una amenaza concreta para la seguridad nacional”.  

La Unidad Fiscal Especializada en Criminalidad Organizada, que lideró la investigación desde marzo, descubrió que el detenido mantenía vínculos directos con grupos terroristas. El análisis de su teléfono celular reveló conversaciones en las que solicitaba instrucciones para fabricar explosivos con el objetivo de realizar un ataque en territorio argentino.  

La operación contó con el apoyo del FBI, lo que permitió rastrear y confirmar las conexiones internacionales del sospechoso con redes terroristas. Según Bullrich, Ávila había alcanzado la última fase de planificación, conocida entre los grupos terroristas como “encomendarse para la misión”, una etapa previa a la ejecución de un atentado.  

“La intervención de las fuerzas de seguridad fue clave para evitar un ataque inminente”, subrayó la ministra, destacando el compromiso del gobierno argentino con la lucha contra el terrorismo.  
 
El arresto ha generado preocupación en la comunidad de General Roca, donde los vecinos expresaron su sorpresa al conocer la magnitud de las acusaciones contra Ávila. Asimismo, expertos en seguridad nacional han elogiado la labor de las autoridades y han enfatizado la importancia de la cooperación internacional en la prevención del terrorismo.  

Este caso subraya la creciente amenaza del uso de redes sociales por parte de grupos extremistas para captar seguidores y planificar actos violentos, lo que plantea nuevos desafíos para las estrategias de seguridad en la región.