Este viernes, Colin Gray, padre del adolescente responsable del trágico tiroteo en una escuela secundaria de Winder, Georgia, fue acusado formalmente de cuatro cargos de homicidio involuntario. Gray, de 54 años, enfrenta también dos cargos de asesinato en segundo grado y ocho cargos de crueldad hacia niños, tras ser señalado por permitir el acceso de su hijo, Colt Gray, al arma utilizada en el ataque que cobró la vida de dos alumnos y dos profesores.

El juez a cargo del caso advirtió que, de ser encontrado culpable, Colin Gray podría enfrentar una pena máxima de 180 años de prisión. Esta audiencia fue llevada a cabo después de que su hijo, Colt Gray, de 14 años, compareciera ante el tribunal, donde fue acusado de cuatro cargos de asesinato por el tiroteo que ocurrió el pasado miércoles.

Durante la audiencia del joven, el juez inicialmente mencionó que Colt podría enfrentar la pena de muerte o cadena perpetua, pero rápidamente corrigió, señalando que, debido a su edad, no podría ser condenado a la pena capital.

Este tiroteo ha conmocionado a la comunidad de Winder y ha reavivado el debate sobre el acceso a armas de fuego y la responsabilidad de los padres en estos trágicos incidentes.