En un gesto inesperado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se puso brevemente una gorra de campaña de su oponente político, Donald Trump, durante una visita al cuartel de bomberos de Shanksville, Pensilvania. El acto ocurrió en la zona donde se estrelló uno de los aviones secuestrados en los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Tras conversar con bomberos, familiares y amigos de las víctimas, Biden destacó la necesidad de que tanto demócratas como republicanos recuperen el sentido de unidad que mostraron tras los ataques del 11-S. Este gesto fue confirmado por Andrew Bates, portavoz de la Casa Blanca, quien compartió los detalles en la red social X (antes Twitter).
Durante el encuentro, Biden entregó una gorra a un seguidor de Trump que estaba entre el público. Como muestra de buena voluntad, ese seguidor pidió al presidente que se pusiera una gorra de Trump, la cual tenía el nombre del expresidente en letras azules sobre fondo rojo y el número "2024" en blanco, en alusión a las próximas elecciones. Biden accedió brevemente, generando sorpresa y simbolizando un llamado a la unidad.
Este evento formó parte de una jornada conmemorativa en la que Biden y la vicepresidenta Kamala Harris visitaron los tres sitios donde ocurrieron los atentados del 11-S. En Nueva York, ambos coincidieron con Trump en la ceremonia de homenaje a las víctimas de las Torres Gemelas. Más tarde, Biden y Harris acudieron a actos conmemorativos en Shanksville y en el Pentágono, recordando a las víctimas y resaltando la importancia de la unidad nacional frente a los desafíos.
