A un año del trágico accidente del sumergible Titán, nuevas revelaciones sobre la implosión han salido a la luz. Durante una audiencia celebrada en North Charleston, Carolina del Sur, se mostró una imagen del sumergible que ha circulado ampliamente en redes sociales. La fotografía revela el cono de cola del Titán, separado del cuerpo principal, descansando en el fondo del Atlántico Norte, a cientos de metros del sitio donde yace el Titanic.

El hallazgo fue realizado el 22 de junio de 2023 por un vehículo operado a control remoto (ROV), que inspeccionaba los restos del accidente. Esta imagen es el primer vistazo público de cómo quedó el Titán tras la implosión que costó la vida de cinco tripulantes. La audiencia también presentó los últimos mensajes enviados desde el sumergible antes del desastre.

La investigación, que se extenderá hasta el 27 de septiembre, busca examinar múltiples aspectos del accidente, incluyendo la normativa de seguridad, las obligaciones y cualificaciones de la tripulación, así como los fallos mecánicos y estructurales del sumergible, según informan medios estadounidenses.

En agosto pasado, los familiares de Paul-Henri Nargeolet, uno de los fallecidos en la implosión, demandaron una compensación de más de 50 millones de dólares. En la demanda se sostiene que los tripulantes vivieron momentos de "terror y angustia mental" antes de la implosión. Nargeolet, reconocido explorador que había participado en 37 inmersiones al sitio del Titanic, era considerado uno de los más experimentados en el tema.

La demanda también acusa a OceanGate, la empresa responsable del Titán, de no revelar el "historial problemático" del sumergible. Tras el trágico accidente, la compañía suspendió sus operaciones de forma indefinida.

Este caso ha generado un intenso debate sobre la seguridad de los sumergibles experimentales y las responsabilidades de las empresas que operan en aguas profundas.