Este sábado, el Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó la captura de ciudadanos estadounidenses en Venezuela, quienes fueron acusados de participar en una presunta operación terrorista. Sin embargo, Washington negó rotundamente cualquier involucramiento en un complot para derrocar al presidente Nicolás Maduro.

"Podemos confirmar la detención de un miembro del Ejército estadounidense y estamos al tanto de informes no confirmados de otros dos ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela", señaló un portavoz del Departamento de Estado. Además, calificó como "categóricamente falsas" las acusaciones de que Estados Unidos esté implicado en algún plan para asesinar a Maduro.

Por su parte, el ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, anunció la captura de dos ciudadanos españoles, tres estadounidenses y un ciudadano checo, quienes estarían vinculados a una supuesta operación para llevar a cabo actos terroristas. Entre los objetivos de estos actos, según Cabello, estaba el asesinato de Nicolás Maduro y otros líderes del chavismo.

Durante su intervención, Cabello aseguró que en la operación se incautaron más de 400 armas supuestamente transportadas desde Estados Unidos, y que los detenidos buscaban reclutar mercenarios para ejecutar el plan. Asimismo, vinculó a los detenidos con figuras de la oposición venezolana y afirmó que algunos tenían nexos con el Centro Nacional de Inteligencia de España.

Estados Unidos, por su parte, reiteró su apoyo a una solución democrática para la crisis política en Venezuela y rechazó las acusaciones de su participación en actividades desestabilizadoras.

El caso ha generado nuevas tensiones entre ambos países, en medio de una ya compleja relación marcada por sanciones económicas y denuncias mutuas de injerencia.