El gobierno brasileño ha comenzado a abrir perfiles en la red social Bluesky luego de que el Supremo Tribunal Federal (STF) suspendiera temporalmente el servicio de X (anteriormente conocido como Twitter) en el país. La medida fue tomada debido a la reiterada desobediencia de la empresa de Elon Musk a diversas órdenes judiciales, que exigían la eliminación de cuentas involucradas en la difusión de noticias falsas y discursos antidemocráticos.
Este jueves, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil anunció la creación de su perfil oficial en Bluesky, siguiendo los pasos de otros organismos estatales y del propio presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se unió a la red social el pasado fin de semana bajo la cuenta @itamaratygovbr.bsky.social.
La decisión de suspender X fue emitida por el juez Alexandre de Moraes como una medida cautelar, después de que la plataforma incumpliera varias resoluciones judiciales relacionadas con la regulación de contenidos en un contexto de lucha contra la desinformación y el extremismo en línea. Esta suspensión fue ratificada por la primera sala del STF y se espera que sea revisada por el pleno de 11 jueces en los próximos días.
La migración hacia Bluesky ha generado una rápida respuesta en la población. En la última semana, unos 2,5 millones de brasileños se unieron a la plataforma, sumando un total de más de 5 millones de usuarios en el país, aunque todavía lejos de los 20 millones que utilizaban X.
El expresidente Jair Bolsonaro, quien no tiene presencia en Bluesky, ha liderado la oposición a esta transición. Ha convocado una manifestación en São Paulo este sábado, denunciando la suspensión de X como un acto de "censura" y una "violación" de la libertad de expresión. Sus seguidores de ultraderecha también han sido críticos de la medida, considerando que afecta su capacidad de organización y difusión de mensajes en redes sociales.
El juez De Moraes ha defendido su decisión argumentando que el incumplimiento reiterado de las órdenes judiciales por parte de X busca facilitar la actividad de grupos extremistas y milicias digitales, promoviendo discursos de odio y ataques a las instituciones democráticas.
El caso ha trascendido las fronteras de Brasil, siendo tema de debate en la región. El presidente argentino Javier Milei, estrecho aliado de Elon Musk, criticó la medida durante una reunión del Foro de Madrid en Buenos Aires, calificando a Lula da Silva de "tirano" y defendiendo a X como un espacio esencial para la libertad de expresión y la disidencia política.
Mientras tanto, las autoridades brasileñas continúan su transición a Bluesky, reforzando la presencia institucional en la plataforma y promoviendo el uso de esta red como alternativa a X.
