Un dron bomba estalló sobre La Roca, la cárcel de máxima seguridad en Guayaquil, Ecuador, causando daños significativos en el techo de la prisión. La explosión ocurrió alrededor de las 10:45 h local, después de que el artefacto cargado de explosivos aterrizara en el techo de la cárcel. Entre los presos se encuentra Jorge Glas, exvicepresidente durante el mandato de Rafael Correa (2007-2017).

El Gobierno ecuatoriano informó que, al detectar el dron, las fuerzas de seguridad actuaron rápidamente para frustrar el atentado, que aparentemente tenía como objetivo inhabilitar la prisión. Se activaron grupos especiales de la Policía Nacional para manejar la amenaza, evaluando si realizar una detonación controlada o desactivar el artefacto en el mismo lugar.

La Roca, parte del complejo carcelario de Guayaquil que alberga a aproximadamente 12,000 reos, había sido escenario de un ataque similar en septiembre del año pasado. En esa ocasión, un dron con explosivos destrozó el techo de la prisión, dejándola inhabilitada durante varios meses. Esto provocó el traslado de presos a otras cárceles, incluyendo a José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, líder de la banda criminal Los Choneros, quien escapó de la Cárcel Regional de Guayaquil entre finales de 2023 e inicios de 2024 y cuyo paradero aún es desconocido.

Desde principios de 2024, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha elevado la lucha contra el crimen organizado a la categoría de “conflicto armado interno”. Esta medida incluye catalogar a las bandas criminales como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales, y decretar un estado de excepción que ha resultado en la militarización de las cárceles controladas por estas organizaciones.

En el ámbito internacional, el Gobierno de México ha solicitado a Ecuador un salvoconducto para Jorge Glas a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), para que sea trasladado a un tercer país según el artículo XIX de la Convención de Caracas. No obstante, Ecuador ha señalado que no es lícita la concesión de asilo diplomático a Glas, quien aún cumple una pena de ocho años por corrupción y está procesado por presunto peculado.

El ataque de hoy reitera la preocupación por la seguridad en las prisiones ecuatorianas y subraya la creciente tensión en el enfrentamiento contra el crimen organizado en el país.