Las nueces, ricas en ácidos grasos omega-3, proteínas, fibras y antioxidantes, son un alimento clave para una dieta saludable, según la Mayo Clinic. Sin embargo, para preservar sus propiedades nutricionales y evitar que se vuelvan rancias, es esencial almacenarlas correctamente.  

El lugar ideal para conservar nueces es la despensa, siempre y cuando sea un espacio oscuro, fresco y alejado de la luz solar. La exposición a la luz y el calor puede oxidar las grasas saludables que contienen, alterando su sabor y reduciendo sus beneficios.  

En épocas de calor, como el verano, se recomienda almacenarlas en frascos de vidrio con tapas herméticas para protegerlas de la humedad y el aire. Este método asegura que las grasas naturales se mantengan frescas por más tiempo.  

¿Refrigerador o congelador?
- **Refrigerador:** Si se cuenta con una gran cantidad de nueces o las temperaturas son muy altas, el refrigerador es una excelente opción. En recipientes herméticos, las nueces pueden durar hasta un año sin perder su frescura ni absorber olores de otros alimentos.  
- **Congelador:** Para una conservación más prolongada, las nueces pueden congelarse hasta por dos años sin perder propiedades nutricionales. Solo se necesita almacenarlas en bolsas o recipientes aptos para congelar, evitando la formación de escarcha.  

Cuando se almacenan en un lugar fresco y oscuro, las nueces permanecen en buen estado hasta por seis meses. Para aprovechar todos sus nutrientes y su sabor, es ideal consumirlas dentro de los plazos recomendados.  

Conservar correctamente las nueces no solo garantiza su frescura, sino que también maximiza sus beneficios para la salud, asegurando que este superalimento mantenga sus propiedades esenciales.