Un trágico incidente conmocionó a Chile ayer tras la explosión de una bomba molotov en el interior del Internado Nacional Barros Arana (INBA), uno de los colegios más prestigiosos de Santiago. Al menos 35 estudiantes resultaron heridos, cuatro de ellos en estado crítico, mientras fabricaban el artefacto explosivo en uno de los baños del establecimiento.

Según las primeras informaciones, los estudiantes de preparatoria se encontraban preparando la bomba molotov con la intención de utilizarla durante una manifestación que estaba planeada para llevarse a cabo en las afueras del colegio. Sin embargo, el artefacto explotó de manera accidental, causando múltiples heridas a los jóvenes.

El coronel Fernando Albornoz, de Carabineros, detalló que cuatro estudiantes se encuentran en riesgo vital con quemaduras graves en las vías respiratorias. Otros 17 estudiantes también presentan heridas de gravedad y están siendo atendidos en distintos hospitales de la capital.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, calificó el hecho como una "tragedia" y lamentó profundamente las consecuencias de este acto. La autoridad destacó el poder destructivo de las bombas molotov y enfatizó la necesidad de evitar el uso de este tipo de artefactos en cualquier tipo de manifestación.

El Ministerio Público chileno ha iniciado una investigación para determinar las causas exactas de la explosión y establecer responsabilidades. Las primeras pesquisas indican que se encontraron restos de líquido acelerante en el baño donde ocurrió el incidente.

Este lamentable suceso ha generado una gran conmoción en Chile y ha reavivado el debate sobre la violencia en las manifestaciones y la importancia de promover el diálogo y la resolución pacífica de conflictos.