El pasado jueves 20 de junio, Martí Batres Guadarrama, jefe de Gobierno de la Ciudad de México en funciones, reveló en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento el nuevo himno oficial de la ciudad. Esta composición, creada por la destacada compositora mexicana Marcela Rodríguez, tiene como objetivo capturar la esencia y la importancia de la capital mexicana a nivel nacional.
El himno ha generado opiniones divididas, pero se destaca por su enfoque en la identidad y la diversidad de la Ciudad de México, diferenciándose de himnos previos que a menudo tienen temas bélicos. Una característica notable es la inclusión de transcripciones en náhuatl, honrando las raíces indígenas de la ciudad.
La letra del himno, que resuena con un tono poético y evocador, celebra la ciudad como un "espejo mágico" y un "cercado cósmico", destacando elementos emblemáticos como el nopal, el agua preciosa y la historia ancestral de México.
Marcela Rodríguez, nacida en la Ciudad de México en 1951, es reconocida por su destacada contribución a la música clásica mexicana. Su carrera incluye obras para orquestas, óperas, música de cámara y más, explorando un enfoque innovador y experimental en su composición.
En palabras de Rodríguez, citada en una entrevista sobre su obra: "Mi primera ópera me costó muchísimo. Al escribir La Sunamita descubrí muchas cosas haciéndola. Me gusta esa posibilidad de dramatizar de una manera más humana un instrumento. Por otro lado, la voz humana le da una textura incomparable a los instrumentos, que desde luego también me fascinan".
Con la creación de este himno, Marcela Rodríguez no solo enriquece el repertorio musical de la Ciudad de México, sino que también fortalece el sentido de identidad y orgullo entre los capitalinos, reforzando el legado cultural e histórico de la metrópoli ante el mundo.
