La Ciudad de México fue escenario de una masiva marcha para conmemorar los 10 años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Bajo la lluvia constante, miles de personas, encabezadas por los familiares de los normalistas, tomaron las calles exigiendo "verdad y justicia" en un caso que sigue sin resolverse.

Al grito de "¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!", la marcha partió del Ángel de la Independencia y culminó en el Zócalo capitalino. Melitón Ortega, tío de uno de los desaparecidos, acusó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador de intentar dividir el movimiento y encubrir a los responsables, particularmente al Ejército. “Hubo una campaña de ataque hacia el movimiento”, expresó Ortega, señalando que la principal demanda sigue siendo la aparición con vida de los 43 estudiantes y el castigo para los culpables.

Entre las consignas más repetidas estuvo "¡Fue el Ejército!", mientras manifestantes ajenos a los estudiantes realizaron pintas y lanzaron petardos, lo que provocó algunos destrozos en el centro histórico. A pesar de la violencia aislada, la movilización se mantuvo pacífica en su mayoría, con estudiantes, activistas y ciudadanos sumándose al reclamo de justicia.

Isidoro Vicario, abogado de las familias, advirtió que, a una década del crimen, aún no se ha esclarecido lo sucedido la noche del 26 de septiembre de 2014. “No tenemos información que nos pueda indicar lo que realmente ocurrió”, denunció Vicario.

Los familiares y manifestantes prometieron no detener sus demandas y esperan que la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, que asumirá el 1 de octubre, retome la investigación con compromiso. Mientras tanto, la Comisión de la Verdad, creada por el actual gobierno, concluyó en 2022 que la desaparición de los estudiantes fue un "crimen de Estado", con la participación de autoridades de todos los niveles, incluidas las Fuerzas Armadas.

El clamor por justicia para los 43 estudiantes de Ayotzinapa sigue más vivo que nunca.