La toma de protesta de Claudia Sheinbaum Pardo como nueva presidenta de México está envuelta en una polémica notable antes de su realización, debido a la decisión de no invitar al rey de España, Felipe VI. Sin embargo, informes recientes sugieren que el equipo de Sheinbaum intentó invitar a la Princesa Leonor como una forma de extender la cortesía a la corona española.
Según el diario español ABC, el equipo de la presidenta electa buscó una alternativa para suavizar la situación diplomática, proponiendo la invitación a la hija del rey. Esta decisión se produce en un contexto de creciente tensión entre México y España, exacerbada por la falta de representación del monarca en la ceremonia que tendrá lugar el 1 de octubre.
ABC también informa que Sheinbaum y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, mantuvieron una llamada telefónica reciente que fue calificada de "muy tensa", dejando un mal sabor de boca para ambas partes. A pesar de estas tensiones, el gobierno español ha decidido no enviar a ningún representante a la investidura de Sheinbaum.
En un evento en la ONU, el presidente Sánchez se pronunció sobre la situación, calificando de "inaceptable" la exclusión del rey y afirmando que los lazos entre los dos países se encuentran estancados. Esto refleja las fricciones que han existido en las relaciones bilaterales, especialmente desde que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reclamó una disculpa a la corona por los eventos de la conquista en el siglo XVI.
Aunque hubo intentos de distender las relaciones entre ambos gobiernos, el equipo de transición de Sheinbaum pronto se dio cuenta de que invitar al gobierno español sin incluir a la corona era una estrategia inviable. Las conversaciones con diplomáticos españoles indicaron que el gobierno de Sánchez no estaba dispuesto a separarse de la Casa Real ante las reclamaciones de México.
En este contexto, la propuesta de invitar a la Princesa Leonor como un gesto de reconciliación nunca prosperó, y el vocero de México reiteró que no se podía extender una invitación al rey, argumentando que su presencia podría desvirtuar la importancia de las leyes constitucionales recientemente aprobadas en favor de los pueblos originarios. Así, el camino hacia la toma de protesta de Claudia Sheinbaum se mantiene en un ambiente de tensión y controversia diplomática.
