El Estado Mayor de Ucrania informó este martes que un total de 41 aviones de combate rusos fueron destruidos durante el ataque con drones ejecutado el pasado domingo contra varias bases aéreas en la retaguardia rusa. El operativo fue dirigido por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y representa uno de los golpes más significativos contra la aviación militar rusa desde el inicio de la guerra.
Inicialmente, las autoridades ucranianas habían reportado la destrucción de 12 aeronaves, pero tras el análisis y verificación de datos provenientes de múltiples fuentes, el número fue actualizado.
“Después de procesar información adicional y verificarla, informamos que las pérdidas totales del enemigo ascienden a 41 aviones, incluidos bombarderos estratégicos y otras aeronaves”, señaló el Estado Mayor ucraniano en un comunicado oficial.
Según detalló el SBU, los drones fueron escondidos en camiones estacionados cerca de los aeródromos militares rusos y fueron activados a distancia, logrando sorprender a las defensas aéreas del Kremlin. La operación tuvo como objetivo principal los aviones portadores de misiles de crucero estratégicos, esenciales para los bombardeos rusos en territorio ucraniano.
El propio servicio secreto ucraniano estimó que el ataque ocasionó pérdidas superiores a los 7 mil millones de dólares en equipo militar, además de dejar fuera de combate a más de un tercio de la flota rusa de bombarderos estratégicos.
Este operativo marca un nuevo nivel en la guerra tecnológica y de inteligencia entre ambas naciones, elevando la presión sobre Moscú en un momento clave del conflicto. Por ahora, las autoridades rusas no han confirmado oficialmente el alcance de los daños.