Pekín responde a Estados Unidos: Acusan a  Pete Hegseth de promover la confrontación

Pekín responde a Estados Unidos: Acusan a  Pete Hegseth de promover la confrontación

El gobierno chino lanzó una protesta diplomática formal contra Estados Unidos este domingo, luego de que el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, realizara declaraciones que califican a China como una “amenaza real e inminente” durante el Diálogo de Shangri-La, celebrado en Singapur.

A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China denunció que Hegseth “ignoró deliberadamente los llamados regionales a la paz y el desarrollo”, y recurrió a una “mentalidad de Guerra Fría” al “vilipendiar a China con acusaciones infundadas”.

La declaración agrega que las palabras del secretario estadounidense son “deplorables” y constituyen un obstáculo para los esfuerzos multilaterales de estabilidad en Asia-Pacífico. Pekín también acusó a Washington de desplegar armamento ofensivo en el mar de China Meridional, lo que estaría “convirtiendo la región en un polvorín”.

Aumento de tensiones militares

Durante su intervención en el foro, Hegseth instó a los aliados regionales a incrementar su gasto en defensa, advirtiendo sobre la creciente amenaza de China. También confirmó que Estados Unidos ha desplegado este año lanzaderas Typhon en la isla filipina de Luzón, capaces de atacar objetivos en China y Rusia.

Este despliegue se da en el marco del tratado de defensa mutua entre EE. UU. y Filipinas, país que también mantiene disputas territoriales activas con China por diversas islas y atolones en el mar de China Meridional, una zona rica en recursos naturales y clave para el comercio marítimo global.

Pekín responde con dureza

El Ministerio de Defensa chino acusó a Estados Unidos de “sembrar discordia” en la región y usar el foro para “buscar intereses egoístas”. Afirmó que China ha actuado con “buena voluntad y moderación”, y responsabilizó a la “intervención externa” —en alusión directa a Washington— como el principal factor de desestabilización en la región.

China mantiene su reclamación de soberanía sobre casi todo el mar de China Meridional, aunque un tribunal de arbitraje internacional en 2016 determinó que dichas pretensiones carecen de base legal, fallo que Pekín ha rechazado.

La protesta formal marca un nuevo episodio en la escalada diplomática y militar entre las dos principales potencias globales, en un contexto donde las rutas marítimas del Indo-Pacífico se han convertido en eje central de la geopolítica contemporánea.
 



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