Rayados de Monterrey vive momentos de alta tensión. A su irregular desempeño en el Clausura 2025 se suma ahora un conflicto interno que ha encendido las alarmas en el vestuario: una acalorada discusión entre el técnico Martín Demichelis y el mediocampista español Sergio Canales terminó en una lesión que dejará al jugador fuera del duelo ante Chivas en la jornada 14.

Los hechos ocurrieron durante el entrenamiento de este jueves en El Barrial, donde, según fuentes cercanas al club, Canales mostró su descontento con los planteamientos tácticos del estratega argentino, asegurando que “el equipo no jugaba a nada”. Esta crítica desató un fuerte intercambio de palabras que, de no haber sido por la intervención de los compañeros, pudo escalar a mayores.

Tras abandonar molesto la charla técnica, Canales habría pateado una puerta de vidrio, la cual se rompió y provocó una herida profunda en su pie, que requirió alrededor de 10 puntadas. La gravedad de la lesión lo margina del enfrentamiento ante Chivas, en un momento clave para las aspiraciones de Rayados en el torneo.

El club, que actualmente suma 19 puntos y se juega su clasificación al play-in y eventual acceso a liguilla, no solo pierde a su jugador más influyente, sino que también expone una fractura interna que podría costarle caro en la recta final del campeonato.

Este nuevo escándalo se suma a los malos resultados que ya tenían al cuerpo técnico en la mira de la directiva. La derrota ante Chivas, combinada con una posible victoria de Pumas, podría sacar al equipo de la zona de clasificación y precipitar la salida del entrenador argentino.

El caso de Canales, quien además porta el gafete de capitán, representa una señal clara de que algo no está funcionando dentro del vestidor. La falta de unidad y el descontento con la propuesta futbolística podrían condicionar el cierre del torneo para uno de los clubes con mayor inversión del fútbol mexicano.

Por ahora, Rayados deberá enfrentar el resto de la campaña sin su “10”, en medio de un entorno cargado de presión y con una afición cada vez más impaciente por resultados.