El Real Madrid aseguró su lugar en la gran final de la Copa del Rey tras un partido de infarto en el Santiago Bernabéu frente a la Real Sociedad, con un marcador global de 5-4 a favor de los blancos.
Los merengues llegaban con la ligera ventaja del 1-0 obtenido en el partido de ida en San Sebastián gracias a un gol de Endrick. Sin embargo, el encuentro de vuelta no fue nada sencillo y mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos.
El partido comenzó con un golpe temprano de la Real Sociedad, que se adelantó en el marcador al minuto 16 gracias a un gol de Ander Barrenetxea, quien aprovechó un contragolpe para definir entre las piernas de Andrey Lunin.
Pero el Real Madrid no tardó en responder. A los 30 minutos, el equipo de Carlo Ancelotti igualó el marcador con una jugada magistral de Vinicius Jr. quien asistió a Endrick, quien controló el balón y definió ante la salida de Álex Remiro, poniendo el 1-1 en el marcador.
En la segunda mitad, el partido continuó con una intensidad creciente. En el minuto 72, un autogol de David Alaba puso a la Real Sociedad nuevamente en la pelea, logrando el empate en el marcador global. Ocho minutos después, Mikel Oyarzabal anotó otro gol para los visitantes, poniendo a la Real Sociedad al frente por 3-2 en el global.
No obstante, la ventaja de los visitantes fue efímera, ya que Jude Bellingham empató el marcador global al minuto 80, con un remate dentro del área tras un centro de Vinicius Jr.. En el minuto 86, Aurélien Tchouaméni aprovechó un córner para poner al Real Madrid arriba en el marcador global con un cabezazo, colocando a los merengues con ventaja.
Pero la emoción no terminó allí, y en el tiempo añadido, Mikel Oyarzabal anotó su segundo gol del partido para igualar nuevamente el marcador global, 4-4, y mandar el encuentro a tiempos extra.
En la prórroga, ambos equipos mostraron signos de cansancio, lo que disminuyó el ritmo del partido. Sin embargo, al minuto 115, un córner favorable para el Real Madrid permitió a Antonio Rüdiger, quien había ingresado como sustituto, elevarse para rematar de cabeza y marcar el gol que selló el pase a la final para los blancos.
El próximo rival del Real Madrid en la final saldrá del enfrentamiento entre FC Barcelona y Atlético de Madrid, que se disputará el miércoles próximo.
