El artista colombiano Michael Mejía, residente en Nueva York, se convirtió en el afortunado ganador de un Lamborghini morado sorteado por Shakira como parte de la promoción de su gira "Las Mujeres Ya No Lloran". Sin embargo, la alegría inicial se ha visto opacada por los altos costos de mantenimiento del vehículo, lo que ha llevado a Mejía a considerar su venta o subasta.
La entrega del Lamborghini tuvo lugar el 17 de febrero en las instalaciones de Univisión, en Estados Unidos, marcando el cierre de una campaña en redes sociales que atrajo a miles de fanáticos. Mejía destacó entre los participantes por su creatividad en la entrega de un material audiovisual único.
Si bien en un inicio el ganador expresó su entusiasmo por utilizar el vehículo de lujo para impulsar su arte, la realidad económica que enfrenta lo ha llevado a reconsiderar su decisión. En una entrevista con Publimetro Colombia, reveló que los costos asociados con la posesión del automóvil han superado sus expectativas, obligándolo a evaluar otras alternativas.
Como parte del premio, Shakira otorgó a Mejía un apoyo financiero de 90,000 dólares para cubrir gastos de traslado, traspaso, mantenimiento y seguro del vehículo. Sin embargo, el colombiano afirmó que esta suma no fue suficiente, ya que los costos totales han superado los 95,000, lo que ha generado un déficit que ha tenido que asumir personalmente.
Uno de los mayores desafíos financieros que enfrenta el ganador es el alto costo del seguro del Lamborghini, cuyo valor mensual asciende a 2,500 dólares (aproximadamente 51,100 pesos mexicanos). Aunque la cantante barranquillera cubrió los primeros seis meses de seguro, después de ese período, Mejía deberá afrontar esta carga económica por su cuenta, además de otros gastos recurrentes como combustible, lavado y mantenimiento.
El artista comparó su situación con la de una persona de clase media que, de repente, se encuentra con un automóvil diseñado para millonarios. “Básicamente, una persona de estrato medio se acaba de ganar un carro que solo millonarios pueden tener, entonces es una situación un poco chistosa”, expresó Mejía, destacando la dificultad de mantener el vehículo a largo plazo.
Ante la imposibilidad de asumir los costos de mantenimiento en el futuro, el colombiano ya está considerando vender o subastar el Lamborghini una vez que finalice el periodo cubierto por el seguro.