Dormir bien no siempre es fácil, y contar ovejas no siempre da resultado. Para quienes padecen insomnio ocasional, una técnica psicológica llamada “control de estímulos” podría ser la clave para recuperar el sueño perdido. Según el Dr. William Lu, director médico de Dreem Health, el secreto está en modificar la asociación mental entre la cama y la vigilia.
El especialista explica que cuando una persona pasa demasiado tiempo en la cama sin poder dormir, el cerebro empieza a vincular ese espacio con la dificultad para descansar. Por ello, recomienda que, si el sueño no llega, es mejor levantarse y cambiar de lugar en lugar de insistir en la cama.
Dormir bien no siempre es fácil, y contar ovejas no siempre da resultado. Para quienes padecen insomnio ocasional, una técnica psicológica llamada “control de estímulos” podría ser la clave para recuperar el sueño perdido. Según el Dr. William Lu, director médico de Dreem Health, el secreto está en modificar la asociación mental entre la cama y la vigilia.
El especialista explica que cuando una persona pasa demasiado tiempo en la cama sin poder dormir, el cerebro empieza a vincular ese espacio con la dificultad para descansar. Por ello, recomienda que, si el sueño no llega, es mejor levantarse y cambiar de lugar en lugar de insistir en la cama.
El cambio de escenario como reinicio mental
La técnica del control de estímulos no solo ayuda a conciliar el sueño, sino que también contribuye a que la cama vuelva a ser un espacio de descanso. Según Martin Seeley, director de MattressNextDay, la clave está en crear un cambio sensorial.
Seeley recomienda moverse a una habitación más fría o utilizar una superficie diferente, como una colchoneta de yoga, durante unos 10 a 15 minutos. Este pequeño ajuste ambiental puede ayudar a reducir la tensión y la ansiedad que impiden dormir.
El cambio de postura, temperatura y entorno funciona como un “reinicio” para el cerebro, permitiendo que la persona vuelva a la cama con una nueva sensación de relajación y una menor carga de estrés asociado al insomnio.
Otros factores que influyen en la calidad del sueño
Además de cambiar de ambiente, los expertos recomiendan acostarse solo cuando se sienta sueño intenso, no solo fatiga. La diferencia entre ambas sensaciones es clave: mientras la fatiga se asocia con bajos niveles de energía, la somnolencia se manifiesta como una dificultad real para mantenerse despierto.
Otro elemento importante es la elección de la almohada. Lu advierte que un mal soporte para el cuello puede afectar la calidad del sueño. Para quienes duermen boca arriba, una almohada plana puede ser ideal, mientras que quienes duermen de lado pueden beneficiarse de una más alta y firme.
Por último, Lu menciona que forzarse a dormir puede ser contraproducente. En su lugar, recomienda escuchar al cuerpo y permitir que el sueño llegue de manera natural. A veces, el mejor consejo para dormir mejor es simplemente dejar de intentarlo con tanta intensidad. con información de elimparcial.com