En muchos hogares mexicanos es costumbre darle una segunda vida a los vasos de veladoras, utilizándolos para beber agua, almacenar alimentos o incluso como decoración. Sin embargo, esta práctica, por más inofensiva que parezca, esconde riesgos para la salud que van más allá de una simple limpieza.

¿Por qué no es seguro reutilizar estos vasos?

Residuos tóxicos: La cera de las veladoras contiene parafina, una sustancia que puede provocar malestar estomacal, náuseas y vómitos si se ingiere. Además, las veladoras aromáticas liberan químicos que pueden quedar adheridos al vidrio y causar alergias.
Bacterias y hongos: El calor y la humedad hacen que los vasos de veladoras sean un caldo de cultivo ideal para la proliferación de bacterias y hongos, que pueden causar infecciones.
Riesgo de cortes: El calor de la vela puede debilitar el vidrio, provocando grietas y astillas que pueden causar lesiones.
¿Cómo limpiar correctamente un vaso de veladora?

Si a pesar de los riesgos deseas reutilizar estos vasos, es fundamental seguir un proceso de limpieza exhaustivo:

Elimina la cera: Llena el vaso con agua caliente y deja que la cera se ablande.
Lava con jabón: Utiliza jabón para trastes y agua tibia para eliminar los restos de cera.
Desinfecta: Llena el vaso con agua caliente y unas gotas de cloro. Deja reposar por 24 horas.
Enjuaga: Enjuaga abundantemente con agua limpia.
Otras opciones para reutilizar los vasos

En lugar de utilizar los vasos de veladoras para fines culinarios, puedes darles una segunda vida como:

Macetas: Para pequeñas plantas suculentas o cactus.
Porta lápices: Organiza tus escritorios de forma creativa.
Decoración: Úsalos como portavelas más pequeños o para crear centros de mesa.
Recuerda: La salud siempre debe ser prioridad. Antes de reutilizar cualquier objeto, evalúa los riesgos y beneficios. En el caso de los vasos de veladoras, la seguridad de tu familia debe prevalecer sobre la comodidad de reciclar.