El agua mineral, también conocida como agua carbonatada, ha ganado popularidad entre los mexicanos tanto por su sabor como por su utilidad en la preparación de cocteles. Sin embargo, la duda persiste: ¿puede dañar nuestros dientes?
El agua mineral se extrae de manantiales subterráneos o acuíferos y contiene minerales y oligoelementos naturales. A diferencia de otras aguas embotelladas, no se le añaden químicos ni minerales artificiales, lo que la convierte en una opción saludable para el consumo diario.
Entre los minerales presentes en este tipo de agua se incluyen calcio, magnesio, potasio, sodio y sulfatos, que pueden aportar beneficios como fortalecer los huesos, regular la presión arterial y mejorar la función renal. Sin embargo, la composición mineral varía dependiendo del manantial de origen.
Contrario a lo que muchos piensan, el agua mineral **no "pica" ni daña los dientes** de forma directa. Algunos de los minerales presentes, como el calcio y el magnesio, incluso pueden reforzar el esmalte dental, mejorando la salud bucal.
No obstante, hay un matiz importante: cuando el agua contiene altos niveles de flúor, puede aumentar el riesgo de fluorosis dental, una condición que genera manchas o decoloración en los dientes. Afortunadamente, la mayoría de las aguas minerales comerciales contienen niveles de flúor dentro de los parámetros seguros para el consumo humano.
Si bien el agua mineral es segura para la mayoría de las personas, quienes tienen preocupaciones específicas sobre la salud dental o consumen grandes cantidades de esta bebida deben consultar a un dentista.
Además, es importante mantener una buena higiene bucal y moderar el consumo de cualquier producto que pueda contener altos niveles de minerales que puedan afectar la salud dental.