La bugambilia, conocida también como papelillo, Napoleón o veranera, es una planta ornamental ampliamente reconocida por su colorida belleza. Sin embargo, su valor va más allá de la estética: esta flor originaria de las zonas secas de América del Sur tiene propiedades medicinales que la convierten en un recurso natural efectivo, especialmente para tratar enfermedades respiratorias.
Según un estudio de la Facultad de Química de la UNAM, la bugambilia contiene compuestos como la berberina y las gnaphalinas, sustancias que ayudan a relajar el músculo liso que recubre la tráquea, aliviando la obstrucción de las vías respiratorias. Por ello, es común que se emplee como remedio casero contra infecciones respiratorias, como gripes, tos y bronquitis.
Además, la infusión de bugambilia tiene usos tópicos. Gracias a sus propiedades antisépticas, se utiliza para acelerar la cicatrización de heridas al aplicar compresas humedecidas con su extracto frío. También es un excelente aliado para combatir el acné y la resequedad en la piel.
Preparar esta infusión es sencillo y permite aprovechar sus beneficios de manera práctica:
1. Lava cuidadosamente las flores con abundante agua para eliminar impurezas.
2. Hierve agua en una olla y, al primer hervor, añade las flores y retira del fuego.
3. Deja reposar durante cinco minutos.
4. Endulza con un poco de miel para potenciar sus propiedades.
Más allá de su uso tradicional, los estudios continúan destacando el potencial de la bugambilia como un tratamiento complementario para malestares respiratorios y el cuidado de la piel. Fácil de encontrar y de preparar, esta planta representa un puente entre la medicina tradicional y la ciencia moderna, reafirmando su lugar en la herbolaria mexicana.