En un inesperado giro que mezcla humor y una cruda ironía, la usuaria de TikTok, Cloe Williams, compartió una anécdota que se volvió viral y conectó con miles de personas que se identificaron con su experiencia. Su relato pone en perspectiva la fragilidad humana y el impacto de nuestras emociones, incluso en los entornos diseñados para sanarlas.

Cloe, quien vive con un tipo específico de ansiedad que la hace sentir olvidada por quienes la rodean, decidió buscar ayuda profesional para enfrentar esta situación. Confiada en que la terapia sería un espacio seguro para trabajar en sus miedos, asistió puntualmente a su primera sesión. Sin embargo, lo que encontró fue un ejemplo irónico de aquello que buscaba superar: su psicóloga olvidó la cita.  

En el video que compartió en TikTok, se puede ver a Cloe sentada sola en una habitación con la frase: *“POV: vas a terapia porque sientes que todos se olvidan de ti…”*. La publicación, que rápidamente acumuló miles de visualizaciones y comentarios, desató carcajadas, pero también un debate sobre la humanidad detrás de los profesionales de la salud mental.  
  
Mientras algunos usuarios se rieron de la ironía, otros defendieron a la psicóloga, recordando que los terapeutas son humanos y, como tales, pueden cometer errores. “Es importante recordar que ellos también tienen días malos”, escribió un usuario, mientras otros compartieron experiencias similares que, con el tiempo, aprendieron a ver desde el humor.  

La anécdota de Cloe también puso sobre la mesa la importancia de encontrar un terapeuta con el que exista confianza y conexión, aún frente a situaciones incómodas como esta. Muchos coincidieron en que, si bien fue un momento desafortunado, no define el valor de la terapia ni la profesionalidad de quien la imparte.  

El relato de Cloe no solo provocó risas, sino que sirvió como un recordatorio de que los errores son parte de la vida, incluso en el contexto de la salud mental. Su historia viralizó una lección clave: enfrentar nuestras preocupaciones con humor y empatía puede ayudarnos a aliviar la carga, incluso en los momentos más irónicos.  

Como ella misma demostró, a veces, las situaciones más difíciles pueden transformarse en anécdotas que nos enseñan a aceptar las imperfecciones, tanto las propias como las ajenas. Al final, ¿quién no necesita un poco de humor para sanar?