En un reto digno de las páginas de *La vuelta al mundo en 80 días* de Julio Verne, el creador de contenido español conocido como Ramilla, del canal **Ramilla de Aventura**, logró completar una vuelta al mundo en menos de 80 horas. Este ambicioso proyecto combinó una logística meticulosa, resistencia física y amor por los viajes, documentando cada escala en un estilo auténtico que ha cautivado a miles de seguidores.
El viaje comenzó en Madrid y siguió una ruta cuidadosamente diseñada que cumplía estrictas reglas:
1. **Viajar en una sola dirección (este).**
2. **Cruzar ambos hemisferios.**
3. **Aproximarse a las antípodas de España.**
4. **Minimizar desviaciones de una circunferencia perfecta alrededor del globo.**
5. **Salir del aeropuerto y visitar un lugar emblemático en cada escala suficientemente larga.**
6. **Completar el recorrido en menos de 80 horas.**
Con seis vuelos ya reservados, Ramilla trazó una ruta que incluía escalas en Alemania, Corea del Sur, Australia, Chile y finalmente su regreso a España.
El viaje comenzó en el Aeropuerto de Barajas, en Madrid, con una primera escala en Múnich, Alemania. Allí, a pesar del poco tiempo disponible, logró sortear los controles fronterizos y abordar su siguiente vuelo hacia Seúl, Corea del Sur.
En Corea, Ramilla aprovechó sus 8 horas de escala para visitar el centro de Seúl, incluyendo la emblemática Namsan Tower, que ofrece vistas panorámicas impresionantes de la ciudad.
La siguiente parada fue Sídney, Australia, donde exploró íconos como la Ópera de Sídney y el Puente de la Bahía, capturando la esencia del continente oceánico en pocas horas. Desde allí, continuó su periplo hacia Santiago de Chile, donde tuvo tiempo para degustar la gastronomía local antes de embarcarse en su vuelo final de regreso a Madrid.
El reto no estuvo exento de dificultades: largas horas de vuelo, cambios de horario constantes, falta de sueño y la presión de cumplir con el itinerario. A pesar de todo, Ramilla enfrentó cada obstáculo con humor y una actitud positiva, conectando con su audiencia al compartir no solo los logros, sino también los desafíos y aprendizajes del viaje.
Ramilla de Aventura no solo documentó un viaje contrarreloj, sino que también inspiró a su audiencia a soñar en grande y explorar el mundo, incluso bajo condiciones exigentes. Su proyecto, que rinde homenaje a la novela de Verne, destaca cómo la tecnología y la planificación pueden hacer posibles desafíos que antes parecían imposibles.
Con esta hazaña, Ramilla se consolida como uno de los creadores de contenido más auténticos y emocionantes de YouTube, llevando a su audiencia en un viaje único lleno de emoción, aprendizaje y descubrimiento.